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gas radon

¿Qué es el gas radón y dónde se encuentra?

El radón es un gas noble de origen natural, incoloro, inodoro e insípido que presenta características radiactivas. Se forma a través del proceso de desintegración del uranio, un elemento presente de manera natural en suelos y rocas. Este gas tiene la capacidad de emanar fácilmente del suelo y pasar al aire, donde se desintegra y emite partículas radiactivas.

Lo preocupante es que el radón puede acumularse en espacios cerrados y poco ventilados, como viviendas y lugares de trabajo. Su presencia en el interior de edificaciones está asociada a riesgos para la salud, siendo la segunda causa más común de cáncer de pulmón después del tabaco. La inhalación de partículas radiactivas de radón puede tener efectos perjudiciales en las células que recubren las vías respiratorias, incrementando el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Por lo tanto, la detección y control de los niveles de radón son fundamentales para garantizar la seguridad en espacios habitados.

Peligros asociados y riesgos para la salud del gas radón

El gas radón, de origen natural, plantea serios peligros y riesgos para la salud debido a su naturaleza radiactiva. Su principal amenaza es el desarrollo de cáncer de pulmón, ya que la inhalación de partículas radiactivas presentes en el radón puede dañar las células pulmonares, siendo la segunda causa más común de este tipo de cáncer, después del tabaco. La exposición al radón incrementa significativamente el riesgo de cáncer de pulmón, especialmente en fumadores, generando efectos sinérgicos con el tabaco.

Una característica peligrosa del radón es su imperceptibilidad a través de los sentidos humanos, ya que es incoloro, inodoro e insípido. Esto implica que no presenta síntomas inmediatos, dificultando la detección hasta que alcanza niveles perjudiciales. La exposición prolongada a niveles elevados de radón, que tiende a acumularse en espacios cerrados, aumenta el riesgo de problemas de salud a lo largo del tiempo.

La construcción en áreas con suelos ricos en uranio puede aumentar la concentración de radón en interiores. Sin medidas preventivas durante la construcción, los residentes pueden enfrentarse a niveles más altos de radón. En conclusión, el radón representa un riesgo silencioso pero significativo para la salud, subrayando la importancia de la detección temprana, la ventilación adecuada y las medidas preventivas durante la construcción.

Origen y formación del gas radón

El proceso radiactivo es fundamental para entender la generación de radionúclidos, siendo el radón uno de los subproductos resultantes de la descomposición del uranio.

La desintegración radiactiva del uranio implica la emisión de partículas y energía durante el cambio de un estado a otro. En este complejo proceso, el uranio se transforma en varios elementos a lo largo del tiempo, y uno de esos elementos es el radón. Este gas, inodoro e incoloro, tiene la capacidad única de escapar del suelo y entrar en la atmósfera, llevando consigo riesgos potenciales para la salud humana.

La distribución geográfica del radón está estrechamente vinculada a las características geológicas del terreno. Suelos y rocas con una mayor concentración de uranio, como el granito, arcilla o rocas ígneas, pueden generar niveles significativos de radón. Las áreas con estas características geológicas específicas se convierten en fuentes primarias de emisión de radón, elevando la concentración de este gas en espacios cerrados y aumentando los riesgos asociados para la salud humana. La comprensión de la relación entre el uranio, la desintegración radiactiva y la presencia de radón es esencial para abordar adecuadamente los peligros asociados con este gas.

Presencia del gas radón en edificaciones

La presencia del gas radón en edificaciones es un fenómeno de relevancia, ya que puede acumularse en espacios cerrados y representar un riesgo potencial para la salud humana.

El radón, al emanar del suelo debido a la desintegración del uranio, busca rutas de ingreso a las edificaciones. Las grietas en pisos, uniones con paredes, espacios alrededor de tuberías y cables, así como pequeños poros en paredes construidas con bloques de hormigón huecos, actúan como vías de infiltración del radón. Este gas, al ingresar a las edificaciones, puede acumularse en concentraciones significativas, especialmente en sótanos y espacios en contacto directo con el terreno. La falta de ventilación adecuada en estos espacios cerrados contribuye a que el radón permanezca en el ambiente interior, aumentando los riesgos para la salud de los ocupantes.

Factores que influyen a la concentración

Varios factores pueden influir en la concentración de radón en edificaciones, y comprender estos elementos es esencial para gestionar y mitigar los riesgos asociados. Entre estos factores se encuentran:

  • Características geológicas del terreno: La presencia de ciertos minerales en el suelo, como el granito o la arcilla, puede aumentar la concentración de uranio y, por ende, la generación de radón.
  • Tipo de construcción: La permeabilidad del suelo y la calidad de la construcción de una edificación influyen en la cantidad de radón que puede infiltrarse. Edificaciones con grietas o falta de sellado adecuado son más propensas a la infiltración de radón.
  • Ventilación: La tasa de intercambio de aire entre el interior y el exterior de una edificación es crucial. Una ventilación insuficiente contribuye a la acumulación de radón en espacios cerrados, mientras que una ventilación adecuada puede ayudar a disipar este gas.
  • Ubicación geográfica: La concentración de radón puede variar según la ubicación geográfica. Las autoridades han categorizado áreas en zonas según sus niveles de radón, lo que influye en las medidas preventivas necesarias.
  • Actividades de mitigación: La aplicación de barreras de protección, sistemas de ventilación y otras medidas de mitigación según las normativas locales puede afectar la concentración de radón en una edificación.

Entender estos factores permite implementar estrategias efectivas para reducir la concentración de radón en espacios cerrados y garantizar ambientes interiores más seguros.

Normativas y regulaciones

Las normativas y regulaciones desempeñan un papel crucial en la gestión y mitigación de los riesgos asociados al gas radón en edificaciones. En este contexto, tanto el Código Técnico de la Edificación (CTE) como el Real Decreto 732/2019 establecen pautas específicas para proteger a la población de la exposición al radón.

Código Técnico de la Edificación (CTE):

El Código Técnico de la Edificación enmarca las directrices para la construcción y rehabilitación de edificaciones en España. En su compromiso con la seguridad y la salud pública, el CTE aborda la problemática del radón mediante la incorporación de medidas específicas en el Documento Básico de Salubridad. Este documento establece requisitos y limitaciones para evitar la exposición a concentraciones inadecuadas de radón en espacios interiores.

El CTE clasifica las zonas geográficas en función de los niveles de radón, diferenciando entre Zona 0 (sin peligro para la salud), Zona I (con niveles de radón en el Percentil 90 de 300 Bq/m³) y Zona II (con niveles de radón en el Percentil 90 de 400 Bq/m³). Esta categorización influye en las medidas preventivas y correctivas que deben implementarse en las edificaciones ubicadas en cada zona.

Real Decreto 732/2019 y Medidas de Protección:

El Real Decreto 732/2019, aprobado el 20 de diciembre, representa un hito significativo en la normativa española al introducir el capítulo HS 6 en el CTE, dedicado a la «Protección frente a la exposición del radón». Este capítulo presenta medidas específicas para abordar la presencia de radón en edificaciones, reconociendo la importancia de proteger la salud de los ocupantes.

Las principales medidas incluyen:

  • Barreras de protección: Se establecen sistemas, tanto verticales como horizontales, con propiedades de estanqueidad que impiden el paso del radón a través de ellas.
  • Cámara de aire ventilada: Este sistema se basa en la extracción, ya sea natural o mecánica, del radón que emana del terreno antes de que pueda penetrar en el interior de los locales.
  • Despresurización del terreno: Consiste en la extracción directa del radón desde el terreno antes de que llegue a la superficie.

Estas medidas, en conjunto, buscan garantizar entornos habitables seguros y reducir los riesgos asociados al radón, respaldando así el compromiso de la normativa española con la salud y bienestar de la población.

Viviendas saludables con Construverty

En el compromiso constante con la salud y bienestar de nuestros clientes, Construverty va más allá en la construcción de viviendas, implementando innovaciones que aseguran espacios habitables libres de riesgos como el gas radón. A diferencia de las construcciones tradicionales, donde el forjado sanitario convencional podría permitir la concentración de radón en el interior de la vivienda, en Construverty adoptamos un enfoque proactivo para garantizar la seguridad y salud de nuestros ocupantes.

Solera monolítica ventilada

Una de las piedras angulares de nuestro compromiso con la salud ambiental es la implementación de la solera monolítica ventilada. Este diseño revolucionario actúa como una barrera eficaz contra la acumulación de gas radón dentro de la vivienda. A través de un proceso meticuloso de construcción, creamos una base sólida y continua que no solo fortalece la estructura de la casa, sino que también sirve como escudo contra posibles infiltraciones de radón.

Extracción de gas radón al exterior por chimenea

La clave de nuestro enfoque radica en la ventilación activa y la extracción del gas radón al exterior mediante un sistema de chimenea especializado. Este mecanismo asegura que cualquier cantidad de radón que pueda estar presente se elimine de manera eficiente y segura, sin permitir que se acumule en el interior de la vivienda. Esta solución proactiva impide que el radón penetre en los espacios habitables, proporcionando un entorno interior saludable y libre de riesgos.

Compromiso con la prevención

En Construverty, comprendemos la importancia de la prevención y nos adelantamos a posibles amenazas para la salud de nuestros residentes. Nuestra solera monolítica ventilada no solo es una respuesta a las preocupaciones sobre el radón, sino que también refleja nuestro compromiso general con la construcción de viviendas que promueven la calidad de vida.

Construimos no solo estructuras, sino hogares seguros y saludables. Al elegir Construverty, eliges la tranquilidad de saber que tu hogar está diseñado y construido para resistir los desafíos ambientales, asegurando un espacio donde la salud y la seguridad son prioridades fundamentales.

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